9.7.07

Llegué!!

Pues eso, después de un viaje eterno, ya estoy en Los Ángeles. Todo empezó a las 6:30 de la mañana, con tres despertadores sonando, por si acaso. Y la noche anterior me acosté a las 2:30. Total, cuatro horitas de sueño. Como un niño bueno, a las 8:30, dos horas antes de la salida del vuelo, llegó a Charles de Gaulle. Voy avanzando por los pasillos y, de repente, una aglomeración de gente y unas escaleras por las que no se podía subir. La razón: había una maleta abandonada, y con los últimos acontecimientos, no estaba la cosa para bromas. Total, diez minutos esperando y, de repente, dos militares corriendo y... ¡buum! habían decidido explotar la maleta, que obviamente lo único que tenía era ropa. Tras este alentador inicio de viaje, me voy para la terminal y... uy, ¿qué será este olor como a quemado? Pues sí, los restos de la maleta, rodeados de militares con sus metralletas.

Con todo el follón, que coincide con el principio de las vacaciones, las colas para el embarque eran kilométricas. Menos mal que había llegado con tiempo y le pillé sitio a mi jefe en la cola. El vuelo salía a las 10:30, y a las 10:00 llegamos al mostrador de facturación. Le damos los pasaportes y los billetes electrónicos, ponemos las maletas en la cinta y... antes de ni siquiera mirar nada, la de facturación, que debía estar en su primer día de trabajo o era hija de algún jefe, mete la maleta en la cinta, sin ponerle etiquetas ni nada. ¡Oiga, que se va mi maleta y no le ha puesto las etiquetas! Pues la tía, paralizada y con cara de tonta, lo único que dice es "oh, lo siento". Menos mal que había un compañero suyo más avispadillo, que se metió en la cinta y consiguió rescatar la maleta a tiempo. Con la bromita de la maleta, estuvimos 15 minutos en el mostrador de facturación. Menos mal que, como era natural, el vuelo iba retrasado con todo el follón. El problema es que se retrasó tanto, que llegamos a Amsterdam 40 minutos antes de la salida de nuestro vuelo a Los Ángeles, con lo cual tuvimos que correr por la terminal. Pero bueno, al final lo conseguimos, y tras otras 11 horitas de vuelo y una de coche, ya estoy en el hotel, muerto de sueño. Aquí no son todavía las 7 de la tarde, así que tengo que aguantar al menos 3 horas más antes de irme a la cama...

Si es que esto de los viajes trasanlácticos es una alegría.

4 comentarios:

zeta dijo...

La próxima vez lo haces a nado que seguro que es más fácil y seguro...

GOLEM dijo...

jejejeje, si es que no hay nada mejor que viajar para darse cuenta de que las cosas que parecen impensables se pueden hacer realidad¡¡¡jejeje me parto, espero que eso a mi no me pase nuncaaaaaaaaa....

Anónimo dijo...

Vaya! sorpresas en un vuelo y esta vez no tenía nada que ver conmigo ni con Iberia. A ver si a partir de ahora dejáis de llamarme gafe con los aviones.
Espero que la vuelta sea algo más tranquilita, y olvídate de facturar los regalos que nos hayas preparado, por si los pierden.

Esther dijo...

Vaya, vaya, hermanito:

Que me tienes abandonaíca, "ea" que te va, pero que empieces un debate ambiental sin ni tan siquiera nombrarme (tema bicis) o que hables de jardines (muy fuerte) sin acordarte de a lo que me dedico...
En fin, a lo que iba: ya te dije yo que esta gente es muy chunga: o te cachean hasta en los orificios más remotos, o te analizan tu árbol genealogico, o te apuntan con un arma, o te requisan el cortauñas o simplemente no te dejan pasar. Bueno. todo sea por la ciencia...
Finalmente decirte que espero verte pronto, porque ¡¡¡¡TENGO 2 SEMANAS DE VACACIONES EN AGOSTO!!!! BESAZOS