28.6.09

Beauvais: la escultura "rarita"

Entrando a la iglesia de Saint-Etienne, en Beauvais, nos encontramos una sorpresa. Paseando por la nave, vimos una escultura en una de las paredes. Al principio pasamos sin hacerle mucho caso, pero algo nos resultó extraño, y volvimos a mirarla más. La estatua parecía un Cristo crucificado, pero ¡con cuerpo y vestidos de mujer!


¿Sería una iglesia herética, o alguna reivindicación del colectivo gay? No, el panel bajo la escultura explicaba que no era de un cristo, sino de Santa Wilgefortis (también llamada Santa Librada). Según la leyenda, el padre de esta santa portuguesa quiso casarla con el Rey de Sicilia. Pero, vaya por Dios, el tal rey no era cristiano, así que Wilgefortis decidió que no se casaba, y le rezó a la Virgen para que la volviera fea y aborrecible. La Virgen, que ese día parece que tenía el día gracioso, le puso barba y vello por todo el cuerpo, con lo cual el rey siciliano (al parecer el único cabal de la historia) decidió que con un barbudo no se casaba. El padre se enfadó y, en un gesto de amor paternal típico de la época, decidió hacer crucificar a su hija. Una más de esas edificantes historias medievales, donde por un quítame allá esas pajas te cortaban la cabeza o te crucificaban.