17.2.08

Feliz año chino

El Jueves 7 fue el nuevo año chino. Se acabó el año del cerdo y empieza el de la rata, creo. Bueno, pues en París (como por casi todos sitios últimamente) hay una comunidad china bastante grande. Y el Domingo siguiente se organizó un desfile de año nuevo. Como el barrio chino está bastante cerca de nuestro apartamento, pues nos fuimos a ver qué había por ahí. Llegamos un poco tarde, casi cuando ya estaba acabando el desfile, pero pudimos ver las cosas que digo yo que serán típicas de un desfile de año nuevo chino.

Dragones:


Carrozas:


Chinos, claro, vestidos de chinos:


Y sobre todo, petardos, muchos petardos. Un poco brutos, estos chinos. Por algo inventaron la pólvora. Aquí una pequeña muestra de lo que son capaces:


Miedo da pensar lo que habría en la bolsa.

3.2.08

Reims (2)

Seguimos con Reims. Después de la Catedral y el Palacio del Tau, el monumento más importante de Reims (y, como los anteriores, patrimonio de la humanidad) es la Basílica de Saint Rémi. Es una iglesia románica, aunque rematada en estilo gótico, que es casi tan grande como la Catedral. Como todo Reims, quedó muy dañado después de la Primera Guerra Mundial, y toda la portada (excepto la torre de la derecha) están muy restauradas:


Pero, aunque por fuera no parezca nada del otro mundo, el interior es espectacular. Tiene unas cuantas esculturas que merece la pena ver (aunque algunas, como la siguiente, están traídas de otros lugares):


La nave central es inmensa. En esta foto puede verse la lámpara. Una parecida hay en París, en Notre Dame, pero no está colgada del techo:


Y una de las cosas que más me gustó fueron las ventanas románicas que hay entre los cuerpos de la nave:


Después de ver la Basílica, para completar la ruta turística típica por Reims, fuimos a visitar una de las bodegas donde se hace el champán. Nosotros fuimos a la de la marca Martell, que según dijeron es la única de las grandes empresas champaneras que sigue siendo familiar. El subsuelo de Reims está lleno de cuevas, muchas hechas por los romanos, que tienen las condiciones perfectas para hacer el champán. Estuvimos viendo las distintas cuevas donde nos fueron explicando los pasos para hacer el champán. Aquí, el espacio que se utilizaba para la famosa operación de darle vueltas a las botellas para ir moviendo los posos:


Aunque hay que decir que estas cuevas las tenían sólo como museo, ya que la producción la hacen en un pueblo cercano.

Después de la visita a las bodegas, hubo una degustación de champán. Probamos 3 tipos distintos, y después de las 3 copas "alguna" salió haciendo eses de la bodega. Claro, que además de sus tres copas tuvo que beberse las que yo le pasaba.