22.6.07

Mejor sin mi coche

París sufre, como todas las grandes ciudades, unos buenos atascos. Para comprobarlo, basta con ir por la Rue de Rivoli y las calles cercanas un sábado. Por eso, el Ayuntamiento de París está poniendo en marcha una serie de medidas para promover el transporte público y evitar el tráfico de coches. Por ejemplo, ha construído (y sigue construyendo), paralelo al Periferique (una ronda de circunvalación que rodea toda la ciudad) una serie de líneas de tranvía que permiten rodear la ciudad sin utilizar el coche. También ha reformado varias avenidas, dejando carriles exclusivos para los autobuses. Esta medida parece que no les gustó mucho a los parisinos, ya que reducía el espacio para los coches, pero doy fé de que es muy efectiva y, al menos para las líneas de autobús que yo cojo, es un gustazo ver los demás carriles atascados y el carril bus libre. Vaya, que se tarda menos en autobús que en coche.

Pero la medida estrella de este verano se llama Velib. Se trata de un alquiler de bicicletas. Se están construyendo en toda la ciudad, aproximadamente cada 300 metros, unos puestos en los que habrá bicicletas para el que las quiera coger. Obviamente, no puedes llevarte una bici y quedártela. Hay que sacar un abono, de un año (que cuesta sólo 29 euros), de una semana (5 euros) o 1 día (1 euro). Durante el periodo de validez del abono, puedes coger las bicis tantas veces como quieras. La única limitación es que si tardas más de 30 minutos en dejar la bici (por supuesto, puedes dejarla en cualquier otro puesto de la ciudad), tienes que pagar una cantidad que depende de cuánto tiempo la hayas tenido, hasta un límite de 24 horas. Pero la primera media hora de cada bici es gratuita, y nadie te impide coger una bici, dejarla a los 29 minutos, y 5 minutos más tarde coger otra. Yo ya he rellenado el folleto para pedirme mi bono anual, y estoy deseando que pongan las bicis (empieza el 13 de Julio). Creo que es una medida imaginativa, y que puede animar a que algunas personas dejen su coche en el garage. Esto contrasta con la política de transporte en Granada, donde la proliferación de parkings en el centro parece animar a que se vaya en coche al centro, provocando atascos y contaminación. Parece mentira que se tarde menos tiempo en atravesar París en autobús un sábado por la mañana que en ir de la Caleta al Paseo del Salón en Granada.

11.6.07

Chantilly

El Chateau de Chantilly es un palacio del estilo del de Versalles, pero un poco más modestito. De hecho, el palacio original fue destruido en la Revolución, y lo que hay ahora es una reconstrucción del s. XIX. Aquí una foto del exterior:


Dentro del Chateau hay un museo que tiene algunos cuadros de Miguel Ángel, pero a mi en general no me gustó demasiado, demasiados cuadros en demasiado poco espacio. Eso sí, tenían algún Libro de Horas medieval interesante. Lo mejor de este Palacio para mi gusto son los jardines. Están alimentados por el lago y el canal artificiales que rodean al Palacio, y fueron diseñados por Le Notre, el mismo que diseñó los de Versalles, Fontainebleau y otros muchos jardines reales de la época. Además de diseñar el lago y el canal, para este castillo diseñó 3 jardines: el francés, muy al estilo francés, claro:


El jardín inglés, más "asalvajado", con un templo de Venus y la Isla del Amor:


Y el jardín anglo-chino, donde hay unas casas del s. XVII típicas de la región (llamadas à pans de bois, con un entramado de madera al aire):


Y un bosquecillo, que se podía recorrer en un trenecito de estos que tanto abundan últimamente. El problema es que nos pilló una buena tormenta, y además de mojarnos (habría sido mucho peor si no hubiéramos estado en el tren), hizo que se cayeran bastantes ramas, con lo cual el tren tuvo en algunos sitios que improvisar el recorrido. Una muestra de lo que hizo la tormenta: